Monday, December 2, 2013

EVALUACIÓN

Como sabemos y venimos afirmando, el sistema educativo actual necesita un cambio. Un cambio en muchos aspectos, pero el más importante es la evaluación. Ésta es la clave de la enseñanza y el aprendizaje, la clave para transformar el sistema educativo. Pues de nada serviría cambiar la metodología u otros aspectos del currículum, si al final la forma de evaluar es un examen de papel y lápiz al final del proceso, típico en el sistema tradicional. Este tipo de evaluación es selectiva, segregadora y clasifica a las personas cuantitativamente, cuando la verdadera función de la evaluación  debe ser la de orientadora y reguladora del proceso de enseñanza-aprendizaje. En ningún momento debería ser la evaluación un elemento segregador ni sancionador.

Podemos clasificar los diferentes tipos de evaluaciones según el agente que evalúa o según los momentos y finalidades.
Según el agente evaluador encontramos:
- Heteroevaluación: el que evalúa es otra persona, por ejemplo, el maestro. Típica de las escuelas tradicionales.
- Coevaluación: la evaluación entre iguales, de manera que aprenden unos de otros
- Autoevaluación: la que realiza el propio aprendiz y sirve para que sea consciente de su proceso de aprendizaje, tome consciencia y mejore en caso necesario. Una de las estrategias de aprendizaje y evaluación más interesantes porque facilita la toma de consciencia del propio aprendizaje y lo regula. Es decir, la competencia de aprender a aprender y la de autonomía.

Según el momento y la finalidad, hablamos de:
- Evaluación inicial: para reconocer los conocimientos previos del alumno, punto de partida para la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje. "Para poder construir un conocimiento debemos ser conscientes de la base sobre la cual lo edificamos" (Zabala, Once ideas clave. Cómo enseñar y aprender competencias). Se realiza al inicio.
- Evaluación continua, formativa o procesual: Para conocer el proceso de aprendizaje, de construcción de los conocimientos y reorientar en caso necesario. Esta es la más importante, puesto que es el aprendizaje es un proceso que va creando el propio alumno durante la etapa escolar y siempre y esto no se mide con un examen final al final del proceso. Aunque tampoco haciendo exámenes todo el tiempo, pues en realidad no sería evaluación continua, sino evaluar continuamente, que es lo que se suele hacer en las escuelas tradicionales. Cabe mencionar la distinción que hace Neus Sant Martí entre evaluación formativa, en la que las decisiones y recomendaciones son dadas por el docente y la formadora, llevada a cabo por los propios alumnos, de manera que aprenden mucho y trabajan de forma autónoma, uno de los retos de la educación. "Si no son autónomos, no son competentes". (Neus Sant Martí).
- Evaluación final o sumativa: Para conocer el nivel conseguido al final del proceso. La más típica en las escuelas tradicionales (junto con la heteroevaluación).

La evaluación es compleja y difícil, pero más aún la evaluación de las competencias. Es difícil porque implica partir de situaciones-problemas que simulen contextos reales y disponer de los medios de evaluación específicos para cada uno de los componentes de las competencias y porque "con el modo tradicional de evaluación hay contenidos complejos y componentes de las competencias que se quedan sin evaluar o, directamente se eliminan" (Neus Sant Martí). Es necesario evaluar las competencias y sus componentes, hechos, conceptos, procedimientos y actitudes. Pero todo ello no se puede evaluar con pruebas escritas. Es decir, hay graves deficiencias en la evaluación actual. Se necesitan nuevos métodos de evaluación más complejos y variados. Algunos de los más destacables son: las observaciones, las entrevistas personales, la autoevaluación, la coevaluación, los contratos, la lluvia de ideas, conversaciones colectivas o los diarios de clase, que son tipo portafolios o eportafolios. Estos últimos son una importante y completa técnica de evaluación. Ente sus muchas ventajas, destacar su importante papel en la autoevaluación y la evaluación continua, aspectos clave de la evaluación.

En definitiva, se necesitan nuevos métodos de evaluación más complejos y variados. Y que estén en función de cada competencia y de los diferentes contextos. Todo ello resulta muy difícil, pues la realidad es que las combinaciones de problemas y contextos reales pueden ser infinitos, por lo que es una visión un tanto utópica que la escuela pudiera prever todas esas situaciones. Aún así, siempre será un buen ensayo para la vida real y la formación integral de la persona y, como dice Zabala: "Puede que sea utópico, pero es la utopía necesaria para enseñar, la que nos enseña el camino a seguir...". Foto: Flickr